01 mayo, 2009

Disciplina

Un reconocido periodista fue a buscar al Maestro, quien había pronosticado la aparición de una nueva clase de virus que afectaría a poblaciones de todo el mundo, con la expectativa de obtener una nueva primicia. Cuando le encontró le halló sentado instruyendo a sus discípulos y observando una reverente solicitud accedió a atenderle.
“Muchas gracias. Quisiéramos saber, ¿cómo fue que adivinó este acontecimiento?”, preguntó el periodista muy al estilo de sus colegas de prensa.
 “¿Por qué piensa usted que adiviné lo que era más que evidente?”,
contestó el Maestro.
 “¿Sugiere que cualquiera podría haber pronosticado este suceso?”,
insistió con cierto cinismo el afamado comunicador.
 “¿Cree usted que es sólo un suceso y no un proceso que recién asoma a la humanidad?” “¿Diría entonces que se acercan mayores peligros?”, añadió muy profesionalmente.
 “¿Cuándo sabe usted que se acerca la noche?”, le dijo el Maestro. “Cuando se retira el sol, por supuesto”, contestó un tanto extrañado.
 “Y, ¿cuándo sabe que se acerca la mañana?”
“Cuando aparece el sol nuevamente, claro”, sin embargo replicó, “con todo respeto pero en mi profesión la regla es que el periodista es el experto y hace las preguntas”.
 Entonces el Maestro respondió:
“Es decir que ustedes, ¿nunca se preguntan nada a sí mismos?, ¿realmente le parece profesional esa regla?, si no es así, ¿por qué la sigue? y, ¿por qué desea que otros profesionales la sigan?, ¿no le parece mejor descubrir la primicia en lugar de buscarla en otros?, ¿no creen ustedes ser capaces de hallar sus propias respuestas?, ¿es sabio no cuestionar su propia disciplina?, ¿no le gustaría aprender...”
 “Basta!”, exclamó abrumado el periodista. “Es inútil insistir con usted, adiós”.
 “¿Pero acaso no le interesaba saber más del futuro?”, insistió el Maestro.
 Sin dejar de mirar hacia la puerta que desilusionadamente abría el hombre, les preguntó a sus discípulos, quienes permanecían atentos al interesante diálogo:
“¿Qué creen es más importante: aprender bien las reglas para adquirir la disciplina o no quedarse atrapado en las reglas de la disciplina?”