01 abril, 2011

Simple

Durante uno de sus numerosos tours internacionales, se encontraba el Maestro visitando varios países de Latinoamérica ofreciendo una serie de inconvencionales conferencias sobre Política y Liderazgo, cuando al término de su última presentación un grupo de confundidos ciudadanos salieron a su encuentro para pedirle consejo, dado que justamente su país se encontraba en plena campaña electoral. 

“Estamos preocupados, faltan solo unos días y no sabemos por quién votar”, dijo uno. “Las encuestas no indican claridad todavía para tomar una decisión”, añadió otro. “Tenemos varios candidatos y con distintos discursos”, señalaron dos más. 

Sorprendentemente, el Maestro que casi siempre evita hablar y más aún dar respuestas, se encontraba de buen humor y sonriente, dispuesto a atender al público con paciencia y empatía, como en sus primeras giras mundiales. Entonces, aceptando uno de los micrófonos, empezó diciendo:

“Simple. Primero tienen que dejar de oír discursos y empezar a escuchar lo que no dicen, así como ver lo que no muestran”.
“Nos cuesta mucho entender lo que usted propone, ¿cómo vamos a hacer eso?”
“Simple. ¡para lo inaudible utilicen su tercer oído y para lo invisible usen su tercer ojo!”
“Pero si no podemos lograrlo, ¿por quién votamos?”
“Simple. No voten ni por el Ying, ni por el Yang”.
“¿Qué quiere usted decir, no puede ser más claro?”
“Simple. Eviten elegir cualquier extremo”.
“¿Por quién entonces debemos optar?, necesitamos una respuesta”, reclamó muy impaciente una mujer.
“Simple. Opten siempre por lo sabio, por el Tao, por el equilibrio y lo moderado, opten por el camino del medio”.